La gran diferencia entre aluminio y madera para la elección de una estructura, dependerá del tipo de estructura que deseamos, pues cada material nos proporciona distintas cualidades.
En el caso de estructuras sin cubierta, tipo pérgolas con toldo, podemos optar por estructuras en aluminio, ya que no requiere una resistencia a cargas de peso excesivas.
Si lo que queremos son estructuras con cubierta, bien sea en cristal o ciegas con tarima de madera, las cargas de peso son mayores y nuestra recomendación es realizarlas en madera, ya que estarán bastante protegidas contra la lluvia y el sol, por lo tanto su mantenimiento será mínimo.
No requieren obras, se trata de una instalación de una estructura mecanizada o pre-cortada, con anclajes que no requieren obra alguna, así minimizamos el tiempo y molestias que se puedan ocasionar.
El mantenimiento de las estructuras de madera depende de varios factores, la orientación de la estructura con respecto al sol y el tipo de cubrición de la estructura, las partes donde no afecten el sol y el agua incluso no sería necesario ningún tipo de mantenimiento, y estructuras sin cubierta donde el sol y el agua incidan directamente en toda su superficie será recomendable un control y mantenimiento mas exhaustivo.
Las estructuras de madera, están realizadas con vigas de madera laminada de Abeto Rojo BS11-GL24, y con un tratamiento de acabado en Lasur al Agua Biocidas, en acabados con tonos madera o en color a elegir y con una protección máxima observada por el fabricante de 8 años.
Por los cambios de humedad y temperatura, la madera sufre dilataciones, por las cuales pueden aparecer grietas o pequeñas fisuras.
En la zona centro estas son mayores por el cambio tan brusco que sufrimos, siendo en verano cuando más se aprecian al disminuir la humedad de la madera, y en invierno se contraen y disimulan, al hinchar la madera por el incremento de humedad.
Dependiendo del uso y ubicación que queramos darle a la tarima le recomendaremos distintas opciones, en el caso de poca exposición al sol, bajo cubierta o en paredes y vallas, la tarima de IPE podremos decir que tiene buen rendimiento, siempre contando que requiere un mantenimiento anual o cada dos años en el caso de los lasures de larga duración, y teniendo la ventaja que en caso de daño por arañazos o falta de mantenimiento, siempre podemos lijar la superficie y dejarlo como nuevo.
En el caso de requerir una tarima para zonas muy expuestas o con mucho uso, lo ideal son tarimas tecnológicas que no requieran mantenimiento, siendo las encapsuladas las que mejor rendimiento dan, al no ser porosas.
El mantenimiento de las tarimas de IPE, dependerá del producto con el que se realice el tratamiento y de su estado de conservación.
En el caso de Aceite de larga duración) para maderas tropicales sería de una mano de tratamiento cada 2 años, al igual que si se tratase con Lasur Deck.
En el caso de que se trate con Aceite para teca normal, se recomienda aceitar todos los años.
Cuando se observen arañazos o degradación de la tarima, se recomienda su limpieza o lijado para retirar la capa afectada y aplicar un nuevo tratamiento.