Construcción de porches de madera
La instalación de un porche de madera contiguo a la vivienda es un excelente recurso para crear nuevos espacios de reunión, esparcimiento y relax. Utilizada como ámbito de encuentro familiar y social, esta construcción brinda ventajas durante cualquier época del año. En los meses cálidos permite un contacto directo con la naturaleza al tiempo que reduce la temperatura en varios grados, mientras que en la estación fría ofrece el efecto contrario, protección frente a la lluvia y las bajas temperaturas. Además, los porches de madera admiten eventuales cerramientos de diferentes tipos, como las cortinas de cristal, evitando de este modo las rigurosidades del clima.
Se trata de ambientes iluminados naturalmente, de costes asequibles y muy duraderos si se instalan correctamente y con materiales de calidad y correctamente dimensionados.
A la hora de diseñar porches y pérgolas de madera existen algunos aspectos básicos que deben considerarse para garantizar el éxito arquitectónico y la durabilidad de estas estructuras tan provechosas en todo hogar.
En primer lugar es importante aclarar que si bien recomendamos la madera en la construcción de porches, recomendamos de igual modo el uso del aluminio para estructuras más ligeras como pérgolas, ya que ambos materiales presentan notables cualidades para su aplicación a esta clase de estructuras.
Las siguientes características hacen del empleo de la madera o el aluminio los materiales estrella para la construcción de pérgolas y porches de madera:
- Tanto la madera como el aluminio requieren de un mantenimiento mínimo.
- Ambas materias primas son altamente durables.
- Permiten una instalación rápida y sencilla.
- Se trata de productos constructivos muy seguros. Sobre todo desde que existe la madera laminada (madera maciza habitualmente de abeto o de pino)
- Se encuentran en el mercado en variedad de tipos y colores, son materiales a los que se puede aportar el color deseado con cierta facilidad.
Premisas fundamentales para la instalación de un porche de madera
Al escoger la madera como materia prima para la construcción de nuestro porche es prioritario analizar algunos aspectos esenciales que garanticen el resultado satisfactorio del proyecto.
Tipo de madera
La madera laminada de pino o abeto tratada para exterior es la mejor opción en este caso, ya que nos asegura la resistencia necesaria. Es maciza y se fabrica encolando tablas homogéneas y seleccionadas. Permite calcular con exactitud las secciones constructivas requeridas para los pilares y las vigas dependiendo de la carga a la que será sometida la estructura.
Porche de madera con cubierta a 2 aguas y teja cerámica
Protección de la madera
Toda madera destinada a uso exterior suele recibir un tratamiento impermeabilizante en autoclave, que se realiza en fábrica, o la aplicación de lasur, un barniz que penetra en el poro del material. El primer sistema brinda una excelente protección y se utiliza preferentemente en la madera laminada de pino. El lasur demanda mantenimiento posterior, es estéticamente superior y más usado para la impermeabilización de la madera laminada de abeto.
Secciones constructivas y aislamiento de los pilares
El conocimiento técnico es imprescindible en la colocación de los elementos estructurales de los porches. En líneas generales, las vigas y pilares se utilizan en secciones de 12 cm x 12 cm, 14 cm x 14 cm y 20 cm x 20 cm, mientras que los travesaños de la cubierta suelen tener una sección diferente en cada cara, aproximadamente 7-10 cm en la cara de apoyo y entre 14 y 20cm en la cara vertical.
En relación a los pilares, es necesario el aislamiento de los extremos o testas impidiendo que permanezcan en contacto con agua acumulada. Se recomienda el uso de herrajes o cazuelas para evitar el contacto directo con el terreno o en su caso la impermeabilización mediante tela asfáltica o algún otro producto plástico que impermeabilice totalmente la zona de contacto.
Cubierta para el porche
La cubierta es un elemento fundamental porque de su perfecta construcción depende que no se presenten inconvenientes con el agua.
Hay que prestar especial atención a la pendiente de evacuación, al sellado en la unión con la pared y a la impermeabilización que ofrecen las tejas escogidas para su terminación. En cuanto a la elección de estas piezas, las alternativas más indicadas están representadas por las tejas asfálticas y las tejas cerámicas tradicionales (si bien hoy en día existen otras soluciones como por ejemplo la teja Onduvilla de Onduline). Las primeras, conocidas como tegola canadiense, ofrecen excelentes condiciones de aislamiento, son livianas y de fácil colocación. El tema del peso es muy importante, ya que la carga excesiva es un problema frecuente a la hora de realizar la cubierta de ciertas estructuras. Además, la teja canadiense brinda la mínima pendiente de evacuación requerida, lo que supone una ventaja frente a las tejas tradicionales. Estas, por su parte, son mucho más atractivas que las tégolas. Las cubiertas de metacrilato, policarbonato y cristal –cuyo principal beneficio es garantizar la iluminación natural- son también muy demandadas.
Anticipación en el diseño inicial del porche a futuras modificaciones
Se trata de un elemento clave, ya que al diseñar el porche es necesario prever eventuales reformas a futuro, tales como cerramientos, ampliaciones y apertura de ventanales. Si estos probables cambios no son considerados con anticipación, puede resultar imposible implementarlos luego de construida la estructura.
En el diseño y la construcción de un porche intervienen pocos, aunque fundamentales elementos que determinan la resistencia, durabilidad y estética de esta acogedora estructura. Nuestras recomendaciones se orientan a facilitar la ejecución de un proyecto ideal para disfrutar durante años de espacios cálidos y luminosos en compañía de los seres queridos.
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